08 enero 2010

Rebajas, lo que hay que ver...


Un año más las rebajas empiezan. Las televisiones se preparan para mostrar las miles de personas acumuladas en la puerta de El Corte Inglés de decenas de ciudades españolas y la mayoría de gente que lo ve desde su casa piensa: ¿y dónde esta la crisis? Sí, eso es lo que nos preguntamos todos.

Podemos pensar que muchas personas han esperado hasta rebajas para comprar lo necesario más barato. Podemos pensar que se han guardado un dinero para darse unos caprichitos. Podemos pensar que la gente prefiere comprar y llegar justa a fin de mes… pero… ¿qué es lo que ha influido en este caso, a parte de los precios, para que la demanda aumente de tal forma?

Rezo porque no hayan sido los gustos… Tras desplazarme ayer en calidad de intento de periodista hasta las rebajas me di cuenta de que era imposible que la gente estuviera comprando por necesidad. Desde faldas horteras de índole folclórico a camisetas que llevo como 4 años viéndolas en el mismo estante. ¿Pero como la gente se prueba cosas tan horribles? ¿No se dan cuenta de que no se puede pagar ni siete euros por ese adefesio?
Supongo que pensareis que esto no tiene mucho que ver con la economía, pero sí, esto es una demostración de que como ante una bajada de los precios la demanda aumenta y ante una “gran bajada de los precios” la demanda aumenta grandiosamente olvidándose de lo que se necesita y olvidándose hasta de que lo que se compra es para salir por la calle. ¿Consumismo? Consumismo pero a lo grande. Quizás solo haya sido el impacto del primer día pero es que es imposible imaginar que todas esas personas no tengan ni que trabajar, ni que ir a clase,… ¿Qué pasa? ¿Que todos los parados estaban allí? Es cierto, yo también fui, pero como os decía, en calidad informativa y para observar la situación, jaja.
Es cierto que estas rebajas son esperadas con ansia por los vendedores que han visto este año como su stock aumentaba y ven en estas rebajas la solución para poder acabar con aquellas prendas que no han podido vender. Han pretendido realizar grandes descuentos desde el primer momento, pero he de decidir, que para mi gusto, las rebajas de este año no han sido pésimas en cuanto a precios, sino en cuanto a género.

Yo soy de las personas que piensa que es preferible esperar un par de semanas a que las tiendas empiecen a rebajar las últimas prendas que sacaron, a que los precios sigan bajando y a que alguna compradora compulsiva siga comprando esas camisetas que llevan siglos en la percha y que espero que algún día desaparezcan.

Hoy, haciendo zapping por periódicos (sí, es algo raro) he encontrado en el Hoy.es:

[…] los artículos que se vendan en rebajas deben haber estado a la venta los días anteriores en el establecimiento, pues no es admisible la recuperación de restos de temporadas pasadas para el período de rebajas. […]

Y claro, como Rafa Mora diría: “me río en tu cara”. A ver quien se cree eso… que yo ya me revisé todas las tiendas el día de antes de Reyes y os aseguro que la mayoría de las cosas feas que había por allí no habían estado el día anterior. En fin, necesitaba expresar mi indignación con el primer día de rebajas. Gracias por escucharme, en este caso leerme. Y os recomiendo escribir, es algo terapéutico,jaja. Rebajas, lo que hay que ver...