30 diciembre 2009

En un mundo paralelo: la otra economía

Un mundo paralelo. Un mundo que a primera vista no apreciamos. Un mundo del que hasta hace poco no se hablaba. Un mundo que siempre ha estado ahí, pero que actualmente crece y crece pasando inadvertido y olvidado por muchos… o no. La verdad es que no hablo de nada lejano a nosotros, es más, seguro que conocemos decenas de casos. De lo que sí que hablo es de algo lejano a las encuestas, al Estado y de algo que sabemos que está ahí pero que no suele comentarse en muchos medios: la otra economía.

La otra economía sería aquella parte de las relaciones económicas que no aparecen registradas en las estadísticas oficiales, y que por lo tanto, no se contabiliza en los indicadores oficiales como el PIB o el índice de empleo. Una actividad profesional al margen de las obligaciones legales. Una parte de la economía a la que se ha llamado no observada, alternativa, no registrada, marginal, no contabilizada, subterránea, al contado, oculta, dual, paralela, en la sombra,… Una multitud de nombres para acabar en lo que nosotros denominamos economía sumergida.

Según un artículo publicado en El economista, las economías que mejor aguantan la crisis son aquellas que tienen una gran economía sumergida o que por el contrario son demasiado honestas. Esto quiere decir que los países que se encuentran en medio tienen más dificultades para capear el temporal, según un informe emitido por el Deutsche Bank.

Países como Holanda o Austria son algunos de los países más honestos que saldrían beneficiados. En cambio, en Grecia, un 30% del PIB es economía sumergida. Pero otros países como Alemania se encuentran cerca de las peores cifras con el 14,6%, rozando la cifra que peor sienta a los países para recuperarse de la crisis; el 14,3318%. Y ahora lo que probablemente os estaréis preguntado… ¿Y que pasa con España? España se encuentra alrededor del 20 o 25% según el Banco de España, no obstante no quedan claras las causas que hacen que este tipo de datos den estos resultados.

Algunos académicos especulan sobre el tema y piensan que cobrar dinero en negro es bueno porque aporta un dinero extra que nadie suele meter en una cuenta de ahorro sino que suele gastarlo en bienes de consumo impulsando la demanda. Por otra parte, creen que en los países más honestos la gente se siente tratada de una manera justa por el Estado obteniendo bienes y servicios por sus impuestos, y eso hace que estén más inclinados a pagar impuestos, lo que incrementa los ingresos.

Una economía que aunque no se refleja sigue estando ahí y que en países como España se incrementa en estos tiempos de crisis. Mucha gente piensa que debería estar más controlada, que esto es un fraude y que las empresas se aprovechan de la situación. La verdad es que, probablemente, no serán pocos los empresarios que tengan a sus empleados en esta situación y que por miedo a perder su trabajo la acaten sin más. Pero también es cierto que muchos son los trabajadores que prefieren cobrar en negro porque así tienen una mayor ganancia al no pagar los impuestos correspondientes al Estado. Pero no nos olvidemos que la economía sumergida no se da solo en empresas. También es el fontanero que viene a casa a arreglarnos la lavadora y no nos da factura, la mujer o el hombre que nos limpia la casa sin contrato alguno,… Muchos de nosotros formamos parte de esta economía sumergida que, aunque no sea legal, esperemos que ayude a España a salir un poco mejor de la crisis.

23 diciembre 2009

Por si no hubieramos tenido suficientes contratos por hoy....

Realmente hoy no sabía de que hablar, he abierto el periódico y solo veía noticias del Gordo y la crisis. De repente la he encontrado como una revelación. Supongo que cuando Edgar empiece a leer ésto dejará de hacerlo pero es que el tema era idóneo para tratarlo justamente hoy, día 23 de diciembre y con un examen de derecho que es tan reciente y a la vez tan lejano.

Y ahí va el tema. Hace ya mucho tiempo que los bancos no estaban siendo nada claros con sus préstamos de dinero y muchas de las personas que los piden no tienen el suficiente conocimiento para entender que partes de éste se les pueden volver en contra en su futuro. Por ello, hace unos días, el Consejo de Ministro dio un paso para la protección de los créditos al consumo.

Que conste que esto solo lo digo por joder, pero el Anteproyecto de Ley de CONTRATOS DE CRÉDITO al consumo intentará abrir un nuevo mercado que favorezca la competencia y a la innovación. ¿Pero, dios, que es un contrato? Un contrato de crédito es aquel por el que el financiado…blablablabla. ¿Y para que tanto rollo?A ver, ¿qué es lo que nos interesa? Queremos una ley con más protección al consumidor, queremos que no nos engañen, que no nos oculten cosas, queremos saber que es lo que realmente estamos firmando y que puede pasar en el caso de que cambie el panorama económico con nuestros intereses. Queremos que no se nos oculte información, queremos no llevarnos sorpresas,… simplemente queremos transparencia.Por fin aparece una ley que regula múltiples formas de contrato de crédito, que no deja de lado muchos de los contratos que querían que tomasen carácter atípico y todavía siguen regulados.

Además, una de las cosas que más se necesitaba eran las prácticas responsables en la fase precontractual, como por ejemplo, la obligación de los prestamistas y en su caso los intermediarios de crédito de facilitar al consumidor una explicación personalizada para que éste pueda evaluar si el contrato de crédito propuesto se ajusta a sus necesidades y su situación financiera, además de las consecuencias en el caso de impago. También se someterá un arbitraje más estricto para resolver los problemas entre el prestamista y el prestatario que harán que la gente tenga menos problemas a la hora de pedir créditos.

En fin, una regulación más, pero no por ello menos importante, que se está realizando en el panorama económico actual y que facilita a los consumidores información relevante que antes muchos bancos no proporcionaban y que ahora es de obligado cumplimiento.

12 diciembre 2009

Aquel divorcio de Francesc Camps y Orange Market...

Hoy vamos a explotar, por primera vez en este blog, un tema que ha dado para muchas noticias y artículos de opinión en el último año... y como aún no había hablado de él, pues allá vamos.

¡La Comunidad Valenciana tira la casa por la ventana! En un momento histórico en el que medio mundo intenta sobrellevar la situación económica y al Estado solo le falta vender los bolígrafos de los despachos para poder crear empleo, la Generalitat Valenciana con el presidente Francesc Camps al mando no escatima en gastos. Todos los valencianos, y me atrevería a decir que todos los españoles, habrán oído hablar de la trama Gürtel , de la gran polémica que ha causado en el Partido Popular y de la numerosa cantidad de imputados que ha habido en el caso, pero ¿alguien ha pensado en todas las empresas que no optaron a realizar las numerosas obras que Orange Market llevó a cabo?

Desde que en 2005, la empresa dirigida por Álvaro Pérez más conocido como el "El Bigotes" , logró ganar el concurso para la realización de pabellón valenciano en Fitur , (Feria Internacional de Turismo realizada en Madrid), parece que el gobierno valenciano firmó el contrato de boda sin visión de divorcio aunque supiera que la elegida siempre querría comer en restaurante de lujo. La empresa Orange Market continuó hasta 2009 organizando el montaje en este acontecimiento pese a que tenía un presupuesto mayor que varias de las empresas presentadas a concurso y lo referente a la boda no era una exageración. Desde el primer instante en que se conocieron, la "novia" tuvo acceso directo a la organización de actos como la Volvo Ocean Race, la sociedad Castellón Cultura de la Consejería de Cultura, la Feria de Valencia,a la realización de publicaciones, de vídeos institucionales , trabajos para Radio Televisión Valenciana y hasta el montaje de carpas para la Generalitat en el Club de Tenis de Valencia del que Francesc Camps es socio.

Francesc Camps, presidente de la Generalitat Valenciana

Pero todo esto solo era el aperitivo del banquete para el asunto que nos atañe. La empresa Orange Market se constituyó en 2003 con un solo empleado, con cuatro logró adjudicarse el concurso para la realización del pabellón de Fitur y tras el contrato los ingresos de la empresa se multiplicaron por doce. De ahí se pasaron a realizar múltiples obras de engrosadas facturas que dejaron sin opción a otras empresas que ofrecían los mismos servicios por un presupuesto más austero y que empleaban a más trabajadores, cuestión que en los tiempos que corren no se debe pasar por alto. Indudablemente, como una buena esposa, Orange Market le realizó variados regalos de boda, entre otros, unos cuantos trajes para que pudiera lucir en el trabajo.

Alvaro Pérez, "El Bigotes"

¿Camps no se paró a pensar en el gran número de empresas que en 2008 y 2009 tuvieron que despedir a numerosos trabajadores por no tener un empleo que darles? Si al menos hubiera sido justa la forma de otorgar las construcciones a la empresa por su eficiencia..., pero no, simplemente fue un acto de burla al resto. A éstas y a los numerosos valencianos que habrán sido despedidos cuando probablemente los empresarios de Orange Market estuvieran regodeándose en los paraísos fiscales. Pero los papeles del divorcio llegaron, una separación fortuita que benefició y beneficiará a numerosos trabajadores y que en tiempos de crisis dejará los bienes comunes para aumentar la ayuda a la multitud de empleados que se encuentran en el paro.




08 diciembre 2009

"Si algo sale mal, dará igual que muchas cosas salgan bien"

La ley de Murphy dice: “si algo puede salir mal saldrá peor” pero yo digo: “si algo sale mal, dará igual que muchas cosas salgan bien.”


Como ya sabemos lo mal hecho casi siempre tapa a lo bueno y no hace falta irnos muy lejos para verlo. En la política, en el gobierno y en la sociedad es común que esto suceda y en los telediarios es raro ver los ayuntamientos donde se administra correctamente el dinero o los pueblos donde menos delincuencia hay. Supongo que la economía no se escapa a todo esto y por eso de la misma forma que oímos una y otra vez noticias sobre alcaldes, presidentes y concejales corruptos, también hablamos de cómo las empresas utilizan la crisis para lucrarse y no ofrecen ni hacen nada bueno.


Me faltan dedos en las manos para contar las personas que desde hace 3 o 4 meses me han dicho que son anti-economía, que la economía es solo capitalismo y un sin fin de afirmaciones que son una conformación de la multitud de cosas que oímos y no acabamos de entender o que para nosotros conforman una mínima parte de lo que quieren decir.


La economía no es solo capitalismo, no es solo empresas que incumplen normas, no es solo dinero, no es solo explotación de trabajadores. La economía también concentra subvenciones, la eficiencia, la buena organización, la satisfacción de los deseos de la gente, la calidad,… y entre otras cosas, la gestión de buenos empresarios que cuidan a sus empleados. Aunque muchos medios de comunicación no nos ofrezcan esta perspectiva (al menos no los medios generalistas), las empresas avanzan con la sociedad y no en lo que a corrupto se refiere.


En un mundo en el que la preocupación social y ambiental aumenta y las expectativas respecto a estos temas mejoran, el mundo económico y empresarial también se adapta y la responsabilidad social corporativa aparece. ¿Y qué es esto? Pues llega el fin de hoy.


A veces nos gusta resaltar lo bueno de las disciplinas que examinamos, sobretodo cuando te das cuenta de que todo el mundo parece estar ciego ante ellas. La responsabilidad social corporativa, también llamada responsabilidad empresarial, es la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido pero también con el fin de mejorar su entorno.


Con esto no pretendo dar lecciones de RSC, solo quiero que la gente sepa que existe, que sepan que las empresas también intentan mejorar, cuidar el medio ambiente, ofrecer un salario razonable a los trabajadores, mejorar la calidad de las gestiones,… Pensareis, ¿y por qué lo hacen si no obtienen beneficios económicos? Perdón, no obtienen beneficios contables pero como ya os he dicho antes, la economía no es solo dinero.


Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas, crear riqueza de la manera más eficaz posible, respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral, el desarrollo humano y también profesional de los trabajadores; procurar la continuidad de la empresa y, si es posible, lograr un crecimiento razonable; respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de contaminación minimizando la generación de residuos y racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos; cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos y procurar la distribución equitativa de la riqueza generada son las metas que se intentan conseguir con éstas medidas.

Muchas son las empresas que han sido reconocidas en esta materia por medios especializados como por ejemplo "La Caixa" por invertir contra la pobreza infantil en España, Telefónica y Nokia por producir teléfonos móviles respetuosos con el medio ambiente e icluso empiezan a abrirse camino en las empresas de medios de comunicación intentando conseguir fines como la pluralidad, la política editorial, la cadena de valor, la protección de la infancia, el medio ambiente,...


Supongo que mucha gente dirá que no sirve de nada, que lo que importa es lo que realmente pasa en la sociedad y el panorama actual. Pero como siempre digo, no nos dediquemos a meter a todo el mundo en el mismo bote, porque al final parece que siempre se recurre a lo más fácil, simplificar. ¿Pero sabemos lo que puede pasar? Muchas veces he pensado que de tanto contraer la realidad (quedándonos con lo peor) al final la realidad se convertirá en el único pedazo que parece importarnos, porque es verdad que debemos arreglar lo que está mal, pero también debemos recordar que los medios no tienen como finalidad transformar a la sociedad sino informar, y creo que informar no es lo que se está haciendo en la actualidad.


Links:

http://www.empresaresponsable.com/
http://www.aeca.es/comisiones/rsc/rsc.htm


¿Sabemos lo que es la responsabilidad social corporativa?



04 diciembre 2009

Yo sí puedo ser un emprendedor

El año se acaba. La crisis continúa. Los desempleados suben. No os estoy descubriendo nada nuevo. Pero a grandes males buenos remedios, o al menos eso dicen, ¿no? Pues allá vamos con Justificar a ambos ladosnuestra idea de hoy. Os comento desde el principio que este va a ser un post optimista, prometí dejar de lado la reivindicación y volver a los inicios.

Muchas son las personas que al no encontrar un empleo se deprimen, piensan que nadie les contratará y no abren ninguna puerta más pero, ¿por qué no piensan que también se pueden montar su propia empresa?

Es obvio que no es fácil llevar a cabo esta acción y que hace falta una preparación, una experiencia y ganas de ser un emprendedor, pero debe llegar un momento en el que nos debemos dar cuenta de que la sociedad económica se compone por la acción de emprendedores que constituyen empresas y que a su vez generan empleo que hacen reducir el paro. ¿Y por qué no formar parte de este núcleo de empresarios que intentan beneficiarse ellos mismos y que pueden contribuir a dejar de lado la crisis?

Nadie dice que tengan que crear empresas como Inditex, Nestlé o Mc Donalds, pero la gente tiene miedo a arriesgar, y muchas veces es lo único que nos falta para subir ese último escalón que nos llevará a una mejora en muchos aspectos. Arrancar. ¿Pero se puede arrancar en cualquier aspecto de la economía? Es obvio que no. Cada sector económico tiene su momento de auge y, según el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN) identifica como propuestas para la apertura empresarial el sector de la tecnología y el ocio. Y solo hay que analizar la realidad del momento.

Hay que innovar. La gente pide nuevas propuestas, está aburrida de lo de siempre, por eso, en este momento, están triunfando empresas que ofrecen servicios, como por ejemplo, la organización de viajes para personas sin pareja o para personas que no acaban de integrarse en la sociedad. Pero también las empresas de low cost (bajo coste) se extienden cada vez más en el mundo de la tecnología. La aparición de numerosas compañías telefónicas que ofrecen servicios a unos precios reducidos o la aparición de tiendas donde disminuye el precio de la tecnología. Pero esta parte es la evidente, ahora hablaremos del cambio de nuestra sociedad.

No nos engañemos, en al sociedad actual mucha gente quiere destacar, quiere ser diferente y eso no lo puede negar nadie. Las clases altas no pierden la menor oportunidad de aferrarse a los productos que les doten de prestigio. Desde tiendas o páginas webs para alquilar ropa de marca de temporada durante cuatro o cinco días, hasta la compra de ropa para perros (por experiencia propia os puedo asegurar que he visto como compañías de ropa para animales crecían en medio de la crisis).

Pero tampoco hemos de olvidarnos de que en las últimas décadas los grupos de personas han variado mucho. Han aparecido las mujeres trabajadoras, la edad de la población a aumentado, aparecen nuevas enfermedades como el estrés, la depresión,… y todo esto requiere nuevas empresas que den servicios necesarios para estas clases. Por último, la seguridad también es un negocio a tener en cuenta. Muchas personas y empresas necesitan sentirse más protegidas porque es evidente que los riesgos que han aparecido en nuestra sociedad son mucho más amplios, variados y pintorescos.

Con todo esto solo quiero llegar a una reflexión. Para crear empleo se necesitan empresas y todo el mundo que las crea es obvio que corre un riesgo. Y he de decir que muchas personas se quejan de éstas, pero también he de apuntar una cosa: sin empresas no hay trabajo. Uno puede decidir si prefiere trabajar para alguien o si prefiere arriesgar y ser él un emprendedor.