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11 mayo 2010

Porque no todo es interés.

A veces encasillar un blog tiene sus problemas y es que cuando quieres decir algo que se sale fuera de lo normal pierde el sentido para los lectores asiduos. Pero hoy lo voy a hacer.
Sí y no. Es verdad que hoy no mencionaré a Zapatero, a la Unión Europea o a los bancos pero hablaré de cosas más importantes, los economistas. Es evidente que este blog no existiría si ellos no estuvieran, probablemente no sabría razonar muchas de las ideas que he podido extraer de sus teorías o no habría sido capaz de entender algunos hechos sin ellos.

Mucha gente piensa que las personas que se dedican a estudiar la economía son almas sin vocación. Personas que no tienen claro su futuro y que acaban en una de las miles de plazas que las ciencias económicas y empresariales abarcan.
Pero yo digo que no. Los economistas son necesarios. Son tan necesarios como los arquitectos, los periodistas o los médicos. Son ellos los que ayudan a que las políticas económicas encuentren el norte, a que los ciudadanos entiendan que pasa y a controlar una realidad que no ha sido inventada por ellos sino por la humanidad.
Un economista no tiene porque ser capitalista, marxista o keynesiano. Simplemente es un estudioso del mundo económico al que el análisis de los mercados le puede apasionar igual que a un astrónomo las estrellas.
¿Y por qué digo todo esto? Pues realmente no lo se ni yo. Tomarlo como un gracias por vuestra sorpresilla de esta mañana =) simplemente sois geniales =)

30 diciembre 2009

En un mundo paralelo: la otra economía

Un mundo paralelo. Un mundo que a primera vista no apreciamos. Un mundo del que hasta hace poco no se hablaba. Un mundo que siempre ha estado ahí, pero que actualmente crece y crece pasando inadvertido y olvidado por muchos… o no. La verdad es que no hablo de nada lejano a nosotros, es más, seguro que conocemos decenas de casos. De lo que sí que hablo es de algo lejano a las encuestas, al Estado y de algo que sabemos que está ahí pero que no suele comentarse en muchos medios: la otra economía.

La otra economía sería aquella parte de las relaciones económicas que no aparecen registradas en las estadísticas oficiales, y que por lo tanto, no se contabiliza en los indicadores oficiales como el PIB o el índice de empleo. Una actividad profesional al margen de las obligaciones legales. Una parte de la economía a la que se ha llamado no observada, alternativa, no registrada, marginal, no contabilizada, subterránea, al contado, oculta, dual, paralela, en la sombra,… Una multitud de nombres para acabar en lo que nosotros denominamos economía sumergida.

Según un artículo publicado en El economista, las economías que mejor aguantan la crisis son aquellas que tienen una gran economía sumergida o que por el contrario son demasiado honestas. Esto quiere decir que los países que se encuentran en medio tienen más dificultades para capear el temporal, según un informe emitido por el Deutsche Bank.

Países como Holanda o Austria son algunos de los países más honestos que saldrían beneficiados. En cambio, en Grecia, un 30% del PIB es economía sumergida. Pero otros países como Alemania se encuentran cerca de las peores cifras con el 14,6%, rozando la cifra que peor sienta a los países para recuperarse de la crisis; el 14,3318%. Y ahora lo que probablemente os estaréis preguntado… ¿Y que pasa con España? España se encuentra alrededor del 20 o 25% según el Banco de España, no obstante no quedan claras las causas que hacen que este tipo de datos den estos resultados.

Algunos académicos especulan sobre el tema y piensan que cobrar dinero en negro es bueno porque aporta un dinero extra que nadie suele meter en una cuenta de ahorro sino que suele gastarlo en bienes de consumo impulsando la demanda. Por otra parte, creen que en los países más honestos la gente se siente tratada de una manera justa por el Estado obteniendo bienes y servicios por sus impuestos, y eso hace que estén más inclinados a pagar impuestos, lo que incrementa los ingresos.

Una economía que aunque no se refleja sigue estando ahí y que en países como España se incrementa en estos tiempos de crisis. Mucha gente piensa que debería estar más controlada, que esto es un fraude y que las empresas se aprovechan de la situación. La verdad es que, probablemente, no serán pocos los empresarios que tengan a sus empleados en esta situación y que por miedo a perder su trabajo la acaten sin más. Pero también es cierto que muchos son los trabajadores que prefieren cobrar en negro porque así tienen una mayor ganancia al no pagar los impuestos correspondientes al Estado. Pero no nos olvidemos que la economía sumergida no se da solo en empresas. También es el fontanero que viene a casa a arreglarnos la lavadora y no nos da factura, la mujer o el hombre que nos limpia la casa sin contrato alguno,… Muchos de nosotros formamos parte de esta economía sumergida que, aunque no sea legal, esperemos que ayude a España a salir un poco mejor de la crisis.