04 diciembre 2009

Yo sí puedo ser un emprendedor

El año se acaba. La crisis continúa. Los desempleados suben. No os estoy descubriendo nada nuevo. Pero a grandes males buenos remedios, o al menos eso dicen, ¿no? Pues allá vamos con Justificar a ambos ladosnuestra idea de hoy. Os comento desde el principio que este va a ser un post optimista, prometí dejar de lado la reivindicación y volver a los inicios.

Muchas son las personas que al no encontrar un empleo se deprimen, piensan que nadie les contratará y no abren ninguna puerta más pero, ¿por qué no piensan que también se pueden montar su propia empresa?

Es obvio que no es fácil llevar a cabo esta acción y que hace falta una preparación, una experiencia y ganas de ser un emprendedor, pero debe llegar un momento en el que nos debemos dar cuenta de que la sociedad económica se compone por la acción de emprendedores que constituyen empresas y que a su vez generan empleo que hacen reducir el paro. ¿Y por qué no formar parte de este núcleo de empresarios que intentan beneficiarse ellos mismos y que pueden contribuir a dejar de lado la crisis?

Nadie dice que tengan que crear empresas como Inditex, Nestlé o Mc Donalds, pero la gente tiene miedo a arriesgar, y muchas veces es lo único que nos falta para subir ese último escalón que nos llevará a una mejora en muchos aspectos. Arrancar. ¿Pero se puede arrancar en cualquier aspecto de la economía? Es obvio que no. Cada sector económico tiene su momento de auge y, según el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN) identifica como propuestas para la apertura empresarial el sector de la tecnología y el ocio. Y solo hay que analizar la realidad del momento.

Hay que innovar. La gente pide nuevas propuestas, está aburrida de lo de siempre, por eso, en este momento, están triunfando empresas que ofrecen servicios, como por ejemplo, la organización de viajes para personas sin pareja o para personas que no acaban de integrarse en la sociedad. Pero también las empresas de low cost (bajo coste) se extienden cada vez más en el mundo de la tecnología. La aparición de numerosas compañías telefónicas que ofrecen servicios a unos precios reducidos o la aparición de tiendas donde disminuye el precio de la tecnología. Pero esta parte es la evidente, ahora hablaremos del cambio de nuestra sociedad.

No nos engañemos, en al sociedad actual mucha gente quiere destacar, quiere ser diferente y eso no lo puede negar nadie. Las clases altas no pierden la menor oportunidad de aferrarse a los productos que les doten de prestigio. Desde tiendas o páginas webs para alquilar ropa de marca de temporada durante cuatro o cinco días, hasta la compra de ropa para perros (por experiencia propia os puedo asegurar que he visto como compañías de ropa para animales crecían en medio de la crisis).

Pero tampoco hemos de olvidarnos de que en las últimas décadas los grupos de personas han variado mucho. Han aparecido las mujeres trabajadoras, la edad de la población a aumentado, aparecen nuevas enfermedades como el estrés, la depresión,… y todo esto requiere nuevas empresas que den servicios necesarios para estas clases. Por último, la seguridad también es un negocio a tener en cuenta. Muchas personas y empresas necesitan sentirse más protegidas porque es evidente que los riesgos que han aparecido en nuestra sociedad son mucho más amplios, variados y pintorescos.

Con todo esto solo quiero llegar a una reflexión. Para crear empleo se necesitan empresas y todo el mundo que las crea es obvio que corre un riesgo. Y he de decir que muchas personas se quejan de éstas, pero también he de apuntar una cosa: sin empresas no hay trabajo. Uno puede decidir si prefiere trabajar para alguien o si prefiere arriesgar y ser él un emprendedor.

1 comentario:

  1. La verdad es que muchas veces nos cebamos con las empresas y al final son ellas la que aportan el trabajo. No hay que dejar que nos mangoneen pero tampoco decir siempre que son malas porque no lo son.
    Buen post :)

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